Dia 8 (Menatlidad de Ganadores)

 2 Corintios 3:17 RVR1960

Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

La sociedad no conoce la verdadera libertad. Muchos de nuestros conocidos, amigos y familiares están tan atrapados en el ritmo de la vida, enredados en adicciones y muchos desgastados por la necesidad de mantener las apariencias que ha olvidado cómo se siente la libertad. Por lo cual, la sociedad necesita imperiosamente: esperanza, un cambio, en pocas palabras a Jesús.

Cuando caminas con una mente trasformada (Romanos 12:2) Con una mentalidad de Ganador: La gente se sentirá atraída por la forma en que vivis; les sorprenderá tu manera de hablar, porque todo lo que haces grita libertad. Tu capacidad para tener esperanza en tiempos difíciles grita libertad. La forma en que puedes manejar el estrés sin maldecir, grita libertad. Tu generosidad continua, grita libertad. Tu capacidad para dejar de lado el teléfono para involucrarte con la gente, grita libertad. Tu cuidado por los demás, cuando nadie más lo hace, grita libertad.

Por lo tanto, hoy y siempre es una gran oportunidad para compartir a Jesús y la libertad que El trae.

3 aspectos fundamentales de una mentalidad ganadora

1. Creer en Dios por encima de todo.

2. Creer en nuestro dones y talentos.

3. Creer en lo que hacemos.

Creer en Dios por encima de todo: Creer que Dios nos ama y que su obra maravillosa también nos incluye a nosotros y no solo a los demás. Porque hay una tendencia en dudar que el Señor pueda obrar milagros “para mi”.

Yo no dudo que aquella persona le pasó.

¿Pero a mi? eso no me va a pasar.

Nos cuesta creer el obrar de Dios en nosotros y por medio de nosotros, si queremos que un avivamiento suceda en nuestra iglesia, en nuestra casa, en nuestra familia y en nuestra ciudad primero tenemos que creer en Dios, en su bondad, en su amor, en su bendición y su favor primeramente para nosotros, por que el no hace acepción de persona. A veces las cosas llegan antes, otras, llegan después, pero el Señor cumplirá en cada uno de sus hijos su promesa.

Creer en nosotros mismos: Es indispensable creer en los dones y los talentos que por gracia recibimos. Por que si vos no crees en vos mismo ¿Quien va a creer? Uno tiene que decir por gracia de Dios recibí un talento, un don. Solo vos sos el encargado de multiplicarlo.

Al que cree en su don y en su llamado, todo le es posible También es posible capacitarse.

Hay personas con dones y talentos increíbles estancadas, y otras que no son tan talentosas tremendamente bendecidas ¿Cuál es la diferencia? Que una fue y negoció, negó el ocio, y la otra se escondió. Lo mismo pasa con los dones.

El Apóstol pablo le dijo a timoteo:

 2 Timoteo 1:6

 Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos.

Al fuego del don hay que avivarlo, no se aviva solo. Por supuesto, el don viene de parte de Dios, los talentos vienen de parte de Dios pero cada persona tiene que ocuparse de avivarlo y multiplicarlo.

Creer en nuestros dones y talentos: Sea tu trabajo, tu negocio, tu ministerio o tu profesión. Es muy difícil que alguien progrese en un trabajo que cree que no va a progresar.

Como tu Pastor y consejero te quiero preguntar: 

¿En el lugar donde estás, crees que vas a progresar?

Si tu respuesta fue No: ¿Porque seguís en ese lugar?

Si tu respuesta fue Si: Este es el tiempo en que tenes que determinarte a creer más en lo que haces, en lo que crees y crecer. Hay tierras que dan el treinta, otras el sesenta y otras el ciento por uno, no es todo lo mismo. Y tenes que darte la capacidad de sembrarte en la tierra que da para vos el ciento por uno.

Es muy difícil orar por los enfermos si no creyéramos que los enfermos puedan ser sanados.

Cuando crees en aquello que estás realizando, eso te permite desarrollarte, progresar e ir a la milla extra.

Si queres vivir un avivamiento, tenes que entregarte por completo a Dios. Cree con convicción, no hagas las cosas por costumbre y vas a vivir un verdadero avivamiento en tu vida, eso involucra tu casa, tu familia y tus negocios.

Cuando te entregas por completo a la voluntad de Dios y emprendes con valentía y esfuerzo cada desafío, todo lo que toquen tus manos va a prosperar.