ADN DE FUEGO - CÉLULA Y ANFITRIÓN
Formando anfitriones fuertes para tener células permanentes
En este tiempo, el Señor nos está llevando a un nuevo nivel de madurez. Nos está enseñando a dejar atrás las acciones sin fruto y a trabajar con visión, propósito y resultados visibles. Ya no basta con solo tener buenas intenciones, ahora es tiempo de actuar con sabiduría, determinación y enfoque.
Hoy queremos compartir un principio fundamental en esta etapa de crecimiento: la ley de la intencionalidad. Nada que valga la pena sucede por accidente. El crecimiento, el impacto y la multiplicación no llegan por inercia, sino por decisiones firmes y acciones dirigidas por el Espíritu. Necesitamos ser intencionales en todo lo que hacemos.
¿Por qué las células deben estar en los hogares?
Deuteronomio 6:5-11 establece que las casas son el epicentro de la fe. La enseñanza, la repetición de Su palabra, la adoración, la comunión y la instrucción espiritual deben suceder "en tu casa, al caminar, al acostarte y al levantarte". Dios quiere llenar los hogares de Su presencia.
El anfitrión: una pieza clave
El anfitrión no es alguien secundario. Es una figura crucial en la célula. Si no está firme, consolidado y con visión, la célula se debilita. Cuando no se le enseña el propósito ni el valor de su rol, fácilmente puede cerrar su casa frente a una dificultad.
Hechos 10 muestra cómo Dios habló directamente a Cornelio, un anfitrión piadoso. La salvación de una familia comenzó con un anfitrión conectado con el cielo.
Conclusión: al anfitrión hay que amarlo.
¿Cómo acompañar al anfitrión?
• Conocerlo y construir una relación genuina.
• Explicarle que su casa será un altar, una extensión del cielo en la tierra.
• Enseñarle que la presencia de Dios traerá transformación.
Mateo 18:20: "Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".
Dos principios para formar un buen anfitrión:
1. Amor y conexión genuina. Trátalo con respeto, escucha sus necesidades, ora con él y su familia.
2. Comunicación clara sobre la presencia de Dios. Su casa será bendecida, y él será instrumento de bendición para su cuadra y barrio.
El pacto del día y la hora:
En la semana hay 168 horas. Al Señor le dedicamos una para hacer célula. Esa hora debe ser intocable, firme, honrada como un altar. Cuando se cambian los días o se improvisa con los horarios, se pierde seriedad, compromiso y testimonio. Una célula no es una reunión informal. Es un culto al Señor, una convocatoria santa, un acto espiritual con impacto eterno.
Hechos 16:31: "Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa". La palabra *salvación* proviene del griego *sotería*, que significa mucho más que el perdón de pecados. Habla de una obra completa de Dios, que incluye:
1. Liberación
2. Prosperidad
3. Sanidad
4. Felicidad
5. Rescate
6. Preservación
7. Bienestar integral
El anfitrión debe vivir esta experiencia. Tiene que ver cómo su casa cambia. Cómo llegan las respuestas. Cómo Dios se manifiesta. Eso lo llenará de fe y le dará permanencia a la célula.
Testimonios que fortalecen la fe
“Desde que abrí mi casa, nunca me faltó trabajo.”
“Mi cuenta fue bendecida sobrenaturalmente.”
“Mis hijos se reconciliaron conmigo.”
“La adicción se rompió.”
El poder del evangelio en acción:
Líderes, ¡manifiesten el poder de Dios! El evangelio no es solo palabras: es poder, es vida, es un fuego que transforma. Hablen con profundidad, oren con autoridad, y el anfitrión jamás les cerrará la puerta.
El amor siempre será el puente
Liderar es pastorear. Es acompañar personas. Uno por uno. Con amor, paciencia, consejo y visión. No se trata solo de estructuras, se trata de corazones
Aceite fresco y vino nuevo:
El líder debe ministrar con unción fresca. Esto inspira al anfitrión a preparar su casa con dedicación:
•Perfuma el ambiente
•Acomoda el lugar
•Invita a otros con gozo
•Un líder renovado + un anfitrión comprometido = célula en expansión.
Seguimiento y evaluación pastoral
Visitas mensuales o bimestrales por el pastor y la pastora.
•Formulario de seguimiento:
•Horario de inicio y cierre
•Asistencia total y nuevos creyentes
•Claridad del mensaje
•Observaciones y comentarios
•Línea directa con anfitriones para recibir retroalimentación y resolver conflictos si los hubiera.
El poder de una Vision Multiplica:
El líder no debe tener una visión paralela, sino que tiene que estar sumergido en la visión de la casa. La visión que Dios dio a nuestra Iglesia no es negociable ni opcional, es la dirección espiritual donde el Señor ha derramado Su propósito. Cuando un líder camina con una visión propia o desconectada, no hay unidad, y donde no hay unidad, no hay unción ni bendición (Salmo 133).
Multiplicación verdadera viene cuando el líder está alineado, sometido y apasionado por la visión que Dios le entregó a la casa. Solo así se libera el crecimiento genuino, el fluir del Espíritu, y la autoridad espiritual. Un líder con visión propia divide, pero uno sumergido en la visión multiplica.
Parábola del Buen Samaritano:
Este hombre no pasó de largo. Se detuvo, se conmovió y actuó. Se acercó al herido, derramó aceite sobre sus heridas, las vendó, lo cargó y lo llevó a un lugar seguro. Esta parábola no es solo un ejemplo de bondad, sino un retrato del liderazgo que agrada a Dios: sensible, compasivo y dispuesto a cargar con el dolor ajeno.
Líder: nunca te faltará gente si tu célula manifiesta el corazón del Buen Samaritano. Cuando tu célula se convierte en un lugar de amor, restauración y libertad, el crecimiento no es forzado: es inevitable. La gente acude donde hay esperanza, donde se siente vista y amada. Amor, sanidad y liberación no son actividades, son el ADN de un liderazgo que refleja a Cristo.
Enamórate de tu cuadra y del barrio donde Dios te plantó para abrir una célula
No llegaste ahí por casualidad. Cada casa, cada rostro, cada necesidad que ves tiene un propósito divino. Ese barrio es tu campo misionero. Esa cuadra es tu altar. Dios te plantó ahí porque confía en que serás Su embajador en ese lugar. No veas solo calles y casas: ve corazones que esperan un toque del cielo.
Ora con intensidad por tus vecinos. Camina por la cuadra como quien riega tierra fértil. Escucha sus historias, entiende su dolor, involúcrate con compasión genuina. Ámalos con hechos, no solo con palabras. Y si ves necesidad, no te detengas: pide recursos con fe, sabiendo que donde hay visión, Dios provee provisión.
Pastor Jony Correa
ADN DE FUEGO
23/04/2025
Excelente enseñanza,el señor está formando líderes con un corazón limpio y saludable para se luz y llevar a cristo a muchas personas.
ResponderEliminarAmen,hermosa enseñanza. Mi corazin siempre esta abierto y las puertas de mi casa tambien. Y si asi es necesario ir "eme aqui"
ResponderEliminaramen
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